Situada en el Mar Mediterráneo del este y en medio del tráfico entre Europa, Asia y África, la isla de Chipre no se considera un Paraíso Fiscal pero si un país de incentivo fiscal, porque no se retienen impuestos sobre dividendos ni hay impuestos sobre plusvalía, y pueden mantenerse cuentas bancarias libremente transferibles, con cualquier moneda, en Chipre u otro país sin restricciones de control de intercambio.
El Banco Central de Chipre garantiza que no haya restricciones de control de intercambio una vez que se aprueba el registro de la sociedad. Así mismo, los costes para obtener las ganancias y las pagas anuales sobre activos fijos, son admitidos como deducciones. Además, los empleados extranjeros de Sociedades extranjeras que trabajan en Chipre están sujetos a un impuesto sobre la renta de 0 a un 20%, y si trabajan fuera de Chipre, pero si reciben su salario a través de entidades bancarias de dicho país, pagan solo entre 0 y 2%. Los empleados extranjeros están exentos de las contribuciones de la seguridad social.
El Banco Central de Chipre garantiza que no haya restricciones de control de intercambio una vez que se aprueba el registro de la sociedad. Así mismo, los costes para obtener las ganancias y las pagas anuales sobre activos fijos, son admitidos como deducciones. Además, los empleados extranjeros de Sociedades extranjeras que trabajan en Chipre están sujetos a un impuesto sobre la renta de 0 a un 20%, y si trabajan fuera de Chipre, pero si reciben su salario a través de entidades bancarias de dicho país, pagan solo entre 0 y 2%. Los empleados extranjeros están exentos de las contribuciones de la seguridad social.
Las ganancias netas de las Sociedades extranjeras están sujetas a un impuesto fijo del 10%; si alguna de las ganancias se deriva de dividendos recibidos de otra Sociedad Limitada de Chipre, no se paga otro impuesto aparte de la tarifa fija del 10% que paga solamente la sociedad distribuidora. Esta cifra es independientemente de si son dirigidas y controladas desde Chipre u otro país. Por otro lado, los accionistas no tienen que pagar ningún impuesto adicional sobre dividendos, solo el impuesto corporativo que paga la sociedad.
Otras bondades de Chipre, un país de incentivo fiscal, son que las Sociedades extranjeras están exentas de poner sellos en los contratos; no hay deberes de sucesión sobre la herencia de las acciones de difuntos que no estuvieran domiciliados en Chipre, y que las facilidades de exención de impuestos se extienden a sociedades offshore con una oficina en Chipre y a sus trabajadores extranjeros con respecto a la compra de vehículos motores, material de oficina y efectos electrodomésticos (exceptuando los muebles y equipos de aire acondicionado).
Chipre tiene tratados de doble impuesto con muchos países incluyendo a Rusia y a otros del antiguo bloque del este. Referente a Rusia, dicho tratado permite que no se retengan impuestos sobre dividendos pagados por Rusia a una sociedad de Chipre, así como sobre las ganancias generadas por sociedades de Chipre por el traspaso de valores en Rusia. Por otro lado, existe el secreto de la identidad de los propietarios, y una sociedad "offshore" no está sujeta a ningún impuesto sobre la plusvalía excepto en ganancias que surgen de traspasos o propiedades inamovibles que se controlan en Chipre. Tampoco se retienen impuestos sobre dividendos, intereses y pago de regalías, mientas que las Sociedades extranjeras ("offshore") están exentas del IVA en sus actividades comerciales y los servicios de telecomunicaciones.
Chipre, un país de incentivo fiscal, cuenta 22 bancos offshore, que han establecido las uniones internacionales especializadas del negocio (IBU) para responder exclusivamente a las necesidades de la comunidad empresarial internacional de Chipre.
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