martes, 14 de enero de 2014

Ser buen inversor internacional (1)

Casi todos los países, excepto donde uno reside habitualmente, pueden considerarse Paraíso Fiscal. Dicho de otra manera: un Paraíso Fiscal puede ser cualquier sitio excepto la jurisdicción donde uno reside, trabaja y obtiene ingresos regulares; no obstante, nuestro país de residencia puede ser un Paraíso Fiscal para empresarios, turistas o jubilados residentes en otra nación, si sus leyes tributarias son flexibles.
Uno de los pasos iniciales para ser buen inversor internacional es estudiar sus peculiaridades para valorar cuál es, de entre ellos, el Paraíso Fiscal que mejor se ajusta a nuestros intereses.

Hoy día el concepto offshore se aleja cada vez más del cliché de isla recóndita, pequeños principados y naciones caribeñas. Reino Unido, Holanda, Bélgica y España pueden ser Paraísos Fiscales adecuados en determinadas circunstancias. Reiteramos que la mayor parte de los países considerados como fiscalmente hostiles han desarrollado o están desarrollando más y más abrigos fiscales para empresas que quieran establecerse en ellos, en condiciones muy ventajosas. No existe, por otro lado, ningún Paraíso Fiscal a prueba de cualquier contingencia. De diversas formas, las grandes naciones influyen sobre un territorio offshore.
También hoy todos estamos rodeados de amenazas económicas (problemas fiscales, quiebras, recesión económica), políticas (terrorismo, confiscación) y legales (demandas por responsabilidades profesionales, divorcio, etc.). Algunas de estas irrumpen de forma imprevista y, según cálculos, los seres humanos afrontamos no menos de tres veces en la vida tales acontecimientos. Vivimos en un mundo de incertidumbre, donde lo único seguro es el cambio. De ahí que el planteamiento y utilización de una estructura para ser buen inversor internacional requiere tiempo y planificación. Lo razonable, pues, es que a partir de una determinada cantidad de dinero disponible, cualquier persona, en previsión de lo que pueda pasar, deberá considerar el poseer una cuenta con fondos offshore. Pero sobre todo, mantener una vida discreta donde vive y trabaja. Esa es la clave para ser buen inversor internacional.
Jamás olvide que si muchos conocen que usted dispone de medios en el exterior, ante una demanda grave los jueces decretan la prisión incondicional sin fianza y le retiran el pasaporte. La mejor protección, insistimos, es llevar una vida discreta. Es un concepto  que desafía tanto nuestros impulsos más básicos como los principios generales del comportamiento social y económico actual. La discreción, y la protección derivada de ella, es un valor superior a cualquier esquema complejo de ocultación de bienes.

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