martes, 14 de enero de 2014

Diversificar y asegurar las inversiones

Para muchos inversores, diversificar y asegurar las inversiones encierra una estrategia de protección de su capital que garantice su crecimiento, pues abarcando una cantidad mayor de países y monedas se disminuyen y atenúan los .riesgos del conjunto de las inversiones. Como dicen los expertos, "no hay que poner todos los huevos en la misma cesta", una buena razón para garantizar rentabilidad offshore.
Así, las grandes empresas buscan el máximo beneficio posible y de igual modo minimizar sus impuestos, dislocando sus sedes en lugares donde los costes de mano de obra o el tratamiento fiscal son más favorables. También buscan el mejor acomodo posible para sus negocios creando filiales. Por ejemplo, sitúan los servicios financieros en Francia o Bélgica, las fábricas en varios países del centro y este europeo y las prestaciones administrativas e informáticas en otros de alta tecnología y bajos costos, mientras las ventas por Internet en Bermudas o cualquier otra nación desarrollada tecnológicamente del Caribe.
Los países con elevada tributación luchan entre sí ofreciendo beneficios fiscales y cortejando a las grandes compañías, mientras que atacan a los enclaves de baja tributación acusándoles, entre otras cosas, de competencia fiscal desleal o perniciosa.
En tal sentido, durante años la competitividad de los países de la Unión Europea ha tendido a la baja en comparación con el resto del mundo. A la larga, la fortaleza de una moneda se basa en la de la economía que la sustenta. Si bien es cierto que las inversiones en moneda extranjera y en valores denominados en otras divisas, y emitidos o no desde otros países, puede hacerse desde casa, las perturbaciones económicas afectarán indirectamente, vía fiscal, a las inversiones en estos activos, por lo que diversificar y asegurar las inversiones en el exterior manteniendo activos en monedas fuertes de la zona no-euro, como la libra esterlina, el dólar, el yen o el franco suizo es una salida razonable. Y de garantizar su rentabilidad offhore.
Por otro lado, la gestión de patrimonios se internacionaliza y se diversifica, de forma que los sistemas de inversión en el exterior son los que obtienen una rentabilidad offshore segura. Por ejemplo, a juicio de los expertos, diversificar y asegurar las inversiones en telecomunicaciones, energía o servicios públicos es siempre más rentable si se realiza a nivel mundial, en varios mercados y en varios países, que si se circunscribe a un solo sector en un solo país.
Al acto de diversificar y asegurar las inversiones se añade el ahorro de impuestos. Al no existir en la mayoría de los Paraísos Fiscales retención en origen sobre las ganancias de capital, que puede llegar a ser del 15% o más en un país de alta fiscalidad, el resultado final del rendimiento acumulado de la inversión supera con el tiempo a una inversión de la misma rentabilidad offshore.

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