La isla de Aruba y la empresa offshore

La isla de Aruba formó parte de las Antillas Holandesas y desde el 1 de enero de 1986, devino país autónomo dentro del Reino de los Países Bajos. A diferencia de otros territorios exteriores de soberanía de países de la Unión Europea (UE) como las Islas BES (Países Bajos Insulares), Aruba no integra la UE; sin embargo, sus ciudadanos tienen pasaporte holandés y gozan de los mismos derechos que los de la UE.
El Banco Central de Aruba fomenta el desarrollo del sector financiero y comenzó a aceptar solicitudes de licencias de bancos solventes y de buena reputación. El territorio ofrece grandes ventajas para empresas offshore. Dependiendo de la actividad y sector en el que operan, las empresas offshore sí pueden lograr una exención total de impuestos, u optar por tributar a un tipo impositivo fijo anual. Por ejemplo, una empresa offshore puede permanecer exenta si actúa como un holding con filiales extranjeras sujetas a un impuesto sobre beneficios de un mínimo de 17.5% sobre el 95% de los dividendos.

La isla de Aruba es considerada una jurisdicción fiscal de tributación baja. La fiscalidad, los incentivos y ventajas fiscales que ofrece la convierten en un centro financiero muy atractivo. Las empresas offshore establecidas se benefician de exención de impuestos sobre importaciones, sobre pagos en monedas extranjeras y transferencias, de impuestos sobre ventas y un 2% en impuestos sobre beneficios obtenidos en actividades económicas dirigidas desde la isla. Otras ventajas son su estabilidad política-económica, y su proximidad y comercio con países de América Latina con zonas de libre comercio.
En la isla de Aruba se pueden crear varios tipos de empresas aunque la entidad más usada es la Aruba Exempt Corporation (AVV), una empresa offshore de responsabilidad limitada establecida en la Zona Libre de Comercio que puede ser 100% extranjera y no requiere un capital mínimo para su creación. Estas empresas abonan una tasa anual de 500 dólares y una tasa de incorporación de 750 dólares. La AVV es representada por su director y debe contar con un representante legal establecido en la isla que también está en posesión de la licencia.
Otras ventajas de la AVV es que requiere un mínimo de un accionista y un director; privacidad y directores nominados a través de abogados; responsabilidad limitada sin necesidad de desembolso de capital; uso de acciones al portador, tanto en territorio internacional como local; estar exentas de presentar cuentas anuales y auditorías; exención de impuestos sobre cualquier tipo de ingreso, y reuniones de accionistas y directores en cualquier país.
Aruba tiene firmado un acuerdo fiscal con Holanda, el cual le da acceso a otros tratados tributarios, de conjunto con Holanda. Una nueva legislación tributaria, introducida junto a un Nuevo tratado fiscal holandés, entró en vigor en 2003, como respuesta a la presión internacional sobre Araba por su baja tributación. Esta legislación abolió la distinción entre las sociedades offshore y onshore, aunque se instaló también un esquema excepcional, a través del cual se mantienen los privilegios fiscales en actividades comerciales no realizadas en Aruba. Principales bancos offshore en Aruba: Banco Central de las Antillas Holandesas; Banco Aruba; Banco del Caribe: Banco Maduro & Curiel´s N.V.; Banco Mercantil Caribeño N.V.