jueves, 23 de enero de 2014

La jurisdicción offshore Antigua y Barbuda

Aunque en 1960 se promulgó una constitución según la cual Antigua y Barbuda podía autogobernarse, no fue hasta 1981 que este país situado al este del Mar Caribe obtuvo el estatus de miembro independiente de la Mancomunidad de Naciones.
La jurisdicción offshore Antigua y Barbuda tiene un marco legal y fiscal que favorece la creación de sociedades offshore o International Business Companies (IBC), y está considerado un Paraíso Fiscal por muchos países debido al bajo tipo impositivo, secreto bancario y ventajas de tipo fiscal para las operaciones financieras extraterritoriales. Entre los beneficios fiscales para las IBC figura la exención total de impuestos directos respecto de cualquier forma de comercio internacional, la inversión o actividad comercial.
Debido a factores geográficos (franja horaria), Antigua y Barbuda tiene especial importancia en el sector de los centros financieros offshore, pues se encuentra en la misma franja horaria que New York, facilitando de este modo el desarrollo de un sector financiero formado por muchas empresas relacionadas con la Bolsa y la gestión de patrimonio a través de activos financieros. El capital suscrito estándar para crear una IBC en Antigua y Barbuda es de 10.000 dólares, aunque no se requiere un capital desembolsado.
Las IBC están exentas de impuestos y únicamente han de abonar una tasa de licencia anual de 300 dólares. El número mínimo de accionistas en las IBC es uno, que puede ser de cualquier nacionalidad. No existe registro público de accionistas y los beneficiarios de dichas empresas no son revelados al gobierno. Todas las IBC en Antigua y Barbuda deben tener una oficina registrada y un agente residente en el lugar. Esta función se realiza regularmente por la institución fiduciaria o el profesional que realiza el proceso de registro.
La ley de la jurisdicción offshore Antigua y Barbuda se basa en el secreto bancario y se establecen sanciones penales por la divulgación de los negocios de los clientes, y no tiene acuerdos fiscales con los países europeos, excepto en el caso de Reino Unido, constantemente actualizado. Por tanto, la jurisdicción offshore Antigua y Barbuda es muy segura para depositar dinero, crear sociedades y disfrutar de los servicios de bancos offshore, en el caso de ciudadanos europeos no ingleses.
Todos los bancos offshore en Antigua y Barbuda son regulados y supervisados por la Comisión Reguladora de Servicios Financieros (FSRC, por sus siglas en inglés), y tienen una oficina en el país, con un oficial residente que lo represente y trabaja solo para él. Antigua y Barbuda no está incluida en ninguna lista negra, porque ha cumplido todas las exigencias impuestas por los países del G8 e incluso la Organization for Cooperation in Economic Development (OECD) destacó la cooperación de esa nación caribeña en la prevención del lavado de dinero.
Principales bancos offshore en Antigua y Barbuda: Barrington Bank Inc.; Banco Privado PKB; Banco ABI; Banco Global de Comercio; Banco Real de Canadá; Banco Comercial Antigua; Overseas Antigua Ltd.; y Banco Caribeño Occidental Fusionado.

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