Delaware es el segundo Estado más pequeño por detrás de Rhode Island y también uno de los menos poblados de los 50 que integran a Estados Unidos, situado en el noreste del país. Sin embargo, Delaware deviene centro financiero a nivel mundial y se estima que acoge las sedes de más de 250.000 empresas.
Delaware es un Paraíso Fiscal corporativo donde la legislación permite una exención de impuestos para Sociedades Limitadas (LLC) en manos de extranjeros no residentes, siempre y cuando no operen dentro del Estado. Las filiales de los holdings empresariales están exentas de impuestos, por lo que las corporaciones establecen su sede central en Delaware y sus filiales operativas en otros territorios. Para que se tenga una idea de la connotación de este Paraíso Fiscal, un 58% de las empresas de Fortune 500 tienen sede en Delaware.
Delaware es un Paraíso Fiscal corporativo donde la legislación permite una exención de impuestos para Sociedades Limitadas (LLC) en manos de extranjeros no residentes, siempre y cuando no operen dentro del Estado. Las filiales de los holdings empresariales están exentas de impuestos, por lo que las corporaciones establecen su sede central en Delaware y sus filiales operativas en otros territorios. Para que se tenga una idea de la connotación de este Paraíso Fiscal, un 58% de las empresas de Fortune 500 tienen sede en Delaware.
Muchas son las ventajas que este Paraíso Fiscal ofrece a los inversores. En Delaware, por ejemplo, no es necesario que una empresa tenga por lo menos un director y dos ejecutivos, como ocurre en los restantes estados de la Unión. Todos los cargos pueden ser ostentados por una sola persona que también puede ser el único accionista, y no se necesita ser ciudadano estadounidense o residente.
Otras ventajas fiscales son la privacidad, pues se puede operar de forma anónima a través de un Agente con el que se crea la sociedad. Esto supone una ventaja en los juicios civiles donde los propietarios no necesitan identificarse bajo las leyes de Delaware, y por lo tanto están a salvo de ser demandados junto con la empresa. Esta protección aplica en el caso de juicios civiles donde la empresa resulte condenada por la comisión de un delito. La ausencia de regulación sobre la usura, es otro gancho de la jurisdicción fiscal de Delaware que ha atraído un buen número de bancos y entidades de crédito.
Las tasas gubernamentales pagadas por el gran número de empresas que se han establecido en este Paraíso Fiscal permiten que también sea uno de los cinco estados sin impuestos sobre las ventas (Alaska, Montana, New Hampshire, Oregon y Delaware). Eso sí, se le aplica unos impuestos especiales al combustible, tabaco, bebidas alcohólicas, industria del ocio, primas de seguros y otros artículos seleccionados.
En Delaware, el impuesto sobre la renta de las personas físicas es progresivo y va del 2,2% al 5,55% para los ingresos inferiores a 60.000 dólares y 5,95% para los ingresos superiores a esa cantidad. Por su lado, el impuesto sobre sociedades que se aplica a las empresas que operan en este Paraíso Fiscal es un fijo del 8,7%, incluso mayor que en otros estados.
Por último, tomando en cuenta la vasta experiencia de los tribunales de Delaware, este Estado tiene un sistema de jurisprudencia más desarrollado que los restantes, en aras de proporcionar a las empresas una óptima orientación sobre cuestiones de gobierno corporativo y de responsabilidad en las transacciones. El marco legal y fiscal bajo el que operan las empresas en Delaware es la General Corporation Law, con acceso en el sitio Web oficial del Gobierno.
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